Cola de conejo en formato granulado
Cola de conejo que se presenta en grano y deshidratada. Se deja en remojo durante la noche, de forma que el agua cubra la cola. Se pone al baño maría y se remueve para que no se agarre hasta que se haya disuelto completamente. La temperatura no debe superar los 60º porque la cola perderá rápidamente sus propiedades. No se debe dejar de remover para que la cola que está en contacto con el calor no se degrade.
La concentración de la disolución variará en función del uso que le queramos dar. Una concentración de referencia es 70 gramos por litro de agua.
Se debe preparar sólo la parte que se vaya a usar ya que dura sólo unos días y luego se descompone y huele mal. La cola de conejo fue uno de las primeras colas que empleó el ser humano. Su nombre se debe a que se hace con piel y restos de conejo que tienen un alto contenido en colágeno y que por eso actúan como adhesivo y ligante.
Tiene numerosas aplicaciones. Se utiliza en restauración de muebles antiguos como pegamento de madera. También como aislante y separación en varias técnicas pictóricas. En el dorado auténtico se utiliza sobre la madera y antes del yeso de dorador. En las telas de lienzo de alta calidad se utiliza como apresto. También como medio en pintura al temple y en estucos. Cada artesano tiene su propia receta y forma de aplicación.
Esta cola de conejo no es apta para consumo humano/animal de acuerdo con la normativa 1774/2002 de la CEE.